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Teoría del Apego y estilos de apego

Lo que sentimos como «normal» en nuestras relaciones personales, viene determinado por lo que hemos vivido como «familiar» en nuestra infancia y primeros grupos sociales. La teoría del apego es un marco psicológico desarrollado principalmente por el psicólogo John Bowlby y posteriormente elaborado por Mary Ainsworth. Esta teoría se centra en cómo los seres humanos, especialmente los bebés y los niños, desarrollan y mantienen vínculos emocionales con los cuidadores principales, generalmente los padres o figuras de apego. Esta teoría sugiere que la calidad de estas relaciones tempranas puede tener un impacto profundo en el desarrollo psicológico y emocional a lo largo de la vida. La teoría del apego también examina cómo las respuestas de los cuidadores a las necesidades y señales de los niños moldean sus expectativas sobre la disponibilidad y la receptividad de las relaciones en el futuro. En esencia, la teoría del apego explora cómo se forman y mantienen los lazos emocionales entre individuos en diferentes etapas de la vida (ver el Blog).

Además, se centra en cómo las relaciones tempranas influyen en la formación de la personalidad, las emociones y los patrones de relación a lo largo de la vida. Esta teoría ha tenido un impacto significativo en la psicología, la psicoterapia y otros campos relacionados, y ha proporcionado una comprensión más profunda de cómo se desarrollan y mantienen los vínculos emocionales.

La teoría del apego se basa en las siguientes ideas clave:

1. Vínculo emocional temprano: La calidad de la relación entre el cuidador y el niño en los primeros años de vida tiene un impacto duradero en el desarrollo emocional y social del niño. Los bebés buscan seguridad, consuelo y protección de sus cuidadores.
2. Estilos de apego: Según la teoría, los niños desarrollan diferentes “estilos de apego” basados en cómo sus cuidadores responden a sus necesidades emocionales y físicas. Estos estilos incluyen el apego seguro, el apego ansioso y el apego evitativo, entre otros.
3. Exploración y seguridad: Los niños con un apego seguro se sienten cómodos explorando su entorno porque saben que sus cuidadores están disponibles para brindar apoyo emocional. Por otro lado, los niños con estilos de apego inseguro pueden mostrar ansiedad o evitar la exploración por temor a la falta de apoyo.
4. Figuras de apego: La figura de apego principal, generalmente los padres, se convierte en una base segura desde la cual el niño puede explorar el mundo y a la que puede recurrir para buscar consuelo y seguridad en momentos de estrés o inseguridad.
5. Modelos internos de trabajo: La teoría sostiene que los niños internalizan las experiencias con sus figuras de apego y desarrollan “modelos internos de trabajo” que influyen en sus relaciones futuras. Estos modelos afectan la forma en que se relacionan con los demás y cómo interpretan las situaciones interpersonales.

Según la teoría del apego, existen diferentes estilos de apego que se desarrollan en la infancia en función de las experiencias que los niños tienen con sus cuidadores principales. Estos estilos influyen en la forma en que las personas se relacionan y perciben las relaciones interpersonales a lo largo de su vida. Los cuatro estilos de apego principales son:

1. Apego seguro: Los individuos con un apego seguro generalmente tienen la confianza de que sus cuidadores estarán disponibles para ellos y responderán a sus necesidades emocionales y físicas. Estas personas suelen sentirse cómodas tanto en la exploración del entorno como en buscar apoyo de sus relaciones. Tienen relaciones interpersonales saludables y confían en la intimidad emocional.
2. Apego ansioso-preocupado: Las personas con este estilo de apego suelen sentir ansiedad en las relaciones debido a preocupaciones sobre la disponibilidad y el compromiso de sus parejas. Pueden tener miedo al abandono y pueden volverse muy dependientes emocionalmente. Buscan constantemente la aprobación y la validación de los demás.
3. Apego evitativo: Los individuos con un apego evitativo tienden a minimizar la importancia de las relaciones emocionales y pueden ser reacios a depender de los demás. Pueden tener dificultades para expresar sus propias emociones y podrían evitar la intimidad emocional. Suelen valorar la independencia y la autonomía.
4. Apego desorganizado o desorientado: Este estilo es más complejo y a menudo se asocia con experiencias de trauma o relaciones inconsistentes y a veces abusivas. Las personas con este estilo pueden oscilar entre buscar cercanía y evitarla, y pueden tener dificultades para manejar sus emociones y relaciones de manera coherente.

Es importante destacar que estos estilos de apego no son estáticos y pueden cambiar con el tiempo, especialmente a través de experiencias de relaciones posteriores y terapia. Además, la teoría del apego no dicta un destino fijo para las relaciones; en cambio, ofrece una comprensión de cómo las experiencias tempranas pueden influir en las actitudes y comportamientos en las relaciones.

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