Cuando tenía 11 años empecé a jugar al tenis y a recibir clases con un grupo de compañeros, todos ellos amigos y personas extraordinarias con las que todavía de una manera u otra sigo en contacto.
Una de ellas era mi gran amigo Antonio José; Chiquero para los cercanos. Quedábamos mucho para ir a jugar al tenis, también a veces a videojuegos o sentarnos en algún sitio a compartir y “charrar”. Para mí era una persona especial. Jugando tenía un gran sentido de la superación y de la competitividad, al mismo tiempo que sacaba su gran humor con esa risa tan contagiosa… Me encantaba picarle mientras jugábamos, porque empezaba a reírse de manera tan sonora, le salía desde dentro de su ser, y terminábamos los dos casi por el suelo de risa y con unos buenos lagrimones que también querían participar en ese momento tan divertido…! ¡Fueron situaciones inolvidables!
Me impactaba tanto su dedicación en el tenis, que en 8º de EGB en un ejercicio que nos pedían en lengua, escribí una historia paralela al libro Juan Salvador Gaviota, con Chiquero como protagonista y el tenis como tema del escrito. ¡Qué grande Chiquero!
Cuando estuve viviendo fuera del pueblo y volvía para pasar un fin de semana y lo veía, siempre era una alegría compartir ese momento con él. Pasaron los años y desarrolló un par de enfermedades que le hicieron pasar por muchas experiencias, no muy agradables, aunque al mismo tiempo su conciencia cambió y supo profundizar mucho más en él mismo y en la vida. Íbamos a conciertos en terrazas y me comentaba observaciones como: “Fíjate Mari Paz, qué triste se ve a la gente; casi ni sonríen. Mira cómo hay parejas que se sientan y ni se hablan, ni se miran. No comparten. Familias que transmiten que no están disfrutando del momento, sino que parece que han salido porque es lo que toca”. Siempre era sin juicio…sólo hablaba de lo que observaba. Y me daba cuenta de que no estaba nada desencaminado…
Él, en ese momento ya sabía el valor de la vida, sabía el valor de sentir y de disfrutar el presente. Yo, aprendí mucho de él. Muchos momentos sentados frente al mar, filosofando, observando, chinchándonos y riendo…siempre riendo. Le encantaba chincharme y lo hacía con tanto amor y cariño, que aparte de picarme (por supuesto me picaba…jijiji) y reírme, me hacía reflexionar sobre lo que me decía… Un GRAN amigo que siempre llevo en mi corazón.
Unos días antes de fallecer, me llamó y me dijo: “Quiero que tengas mi libreta de poesías y reflexiones, que te la quedes. Sé que harás algo que tenga sentido con ello”. Aún los ojos se me llenan de lágrimas al recordarlo…
Voy a intentar hacer lo que él quiso que se hiciera, y compartiré en este Blog sus escritos, que los iré añadiendo a lo largo del tiempo. Un blog donde él siempre va a tener su espacio y su energía.
¡Buen camino Chiquero!
Empezamos…
1.-
Aprende a vivir aprendiendo, ya que de esta manera morirás sabiendo qué difícil fue tu quimera.
Recogerás tu fruto maduro de esta vida, que vestirás en fértil tierra por ti creada y curtida.
No importa el tiempo que tardes, sino el que quieras dedicarle, por eso, no te dividas en partes y ama una vida bajo una ley invariable.
2.-
Conseguir la paz no consiste en ganar todas las batallas, sino en no dar pie a ninguna guerra.
Esta es la base del templo, templo que al dominar, gran paso das hacia el centro. Centro de una gran verdad.
La de ti mismo en lo interno de tu propio infierno, la que comienza a crear el signo hasta la calma hallar.
Batallas has de librar, haz incapié en el intento.
Intento que has de intentar, no liberes tu pensamiento ya que el demonio del pensar, es un puro sufrimiento.
No despiertes tus ideas ajenas a tu sustento, no te pierdas por las veras y permanece en silencio.
Creo en crear, crear en silencio, de esa manera nadie me impide llegar, hasta el fondo de mi conocimiento.
3.-
Tomar conciencia de uno mismo requiere dos o tres cosas, conocerse bien a sí mismo y enfocar más o menos las cosas.
Cuando llegas a tu centro, no sin antes pasar por un duro camino, y un largo caminar, te das cuenta de un pasado y un futuro que vendrá, que tendrás siempre en tu mano y que solo tú puedes cambiar.
El pasado es imposible, mas te has de contentar, si sales limpio del fallo que produjo malestar.
Si consigues este logro, pronto conseguirás la paz, el futuro ya depende de tu manera de andar.
Ya conseguido esto, solo tienes que pensar, en ver la forma y manera, en cómo debes de encajar.
4.-
Aquel que no es capaz de amar, no puede ser amado, y así no es posible alcanzar en lo interno, un buen estado.
Sufriendo el alma estará, eso está garantizado. Espabila y encuentra ya, a ese amor desinteresado, que a ti te llevará a amar y ser amado, y al mismo tiempo alcanzar lo imposible y olvidado.
5.-
Ligera confusión todo el mundo padecemos, criticamos sin perdón lo que apenas conocemos.
Sabemos lo que es sensato pero apenas entendemos que siendo humildes un rato, más tranquilos viviremos.
En el arte del juicio rápido, casi todo el mundo caemos, poniendo así en peligro un regalo de los cielos.
El regalo de conocer a los que posiblemente querremos, si nos dejamos de prejuicios y preguntamos lo que no entendemos.
Al preguntar directamente muchas dudas espantaremos, quedando abierto un camino, el camino de lo sincero.
En el que no quepan dudas, donde los dos firmen “te quiero”, para así poder apoyarse, en vez de ponerse freno.
6.-
Miserable es la droga, miserable la corrupción, con la vida no se juega, eso no tiene perdón.
Ni perdono al que se vende, ni perdono al que la vende, siendo para mi estos actos, un pecado permanente.
No solo juegan con vidas, sino que además no comprenden que siguiendo ese camino, mala siembra desprenden.
Siembra que inunda la vida, la joven, la que no entiende que si se prueba de esta semilla, muy cruda será su suerte.
7.-
¿Esperas una luz? ¿esperas al divino?, ¿piensas que esto es una cruz o no encuentras tu camino?
El arte de esperar no llega a ningún destino. El divino no ha de llegar al que no cambia su sino.
El sentimiento de cruz no tiene ningún sentido, pues este es sitio de paz y el hombre así lo ha querido.
Si piensas en tu camino, esta es la parte importante, pues de ella depende tu futuro a cada instante.
Aunque no estés tú, el mundo seguirá adelante. Deja un buen fruto maduro y dale un sentido a cada instante.
Empieza ya a caminar serenamente y constante, seguro de ti y sin dudar, hacia un continuo romance.
El de tu camino y tú, el del verdadero enlace que da sentido a la vida y al mismo tiempo complace.
Sigue tu propio camino, tú eres el que lo hace y con ayuda de algún grande, es para ti eterno enlace.
8.-
Una de las cosas más grandes de esta vida, es que siempre está mutando y además nunca termina.
No pienses que cuando cesen tus risas y tus heridas, acabará tu existencia y los hechos con tu firma.
A ti se te recordará de una u otra manera, el tiempo que existirás en esta sucia caldera.
El tiempo que te recuerden te llevará al compromiso de hacer un hueco en tu agenda para pedir permiso y regresar por lo que se te adeuda, para poner el fin mismo por lo que aquí se te encadena.
9.-
Encontré así mi camino y abrazado siempre a él, defenderé a muerte mi causa que no es otra que este papel.
En él recojo mi esencia, mis causas y mis vivencias, sólo esperando que os guste alguna de mis sugerencias.
La vida me puso otra traba que debía superar, para recuperar así mi alma y encontrar el bienestar.
A día de hoy os digo, que cualquier enfermedad, angustia, pena o suplicio, es posible superar.
No hablo de vivir cien años, ni siquiera la mitad, solo de encontrar en vida, lo que vienes a buscar.
10.-
Todo aquel que empuñe el arma de la verdad, será invencible y aunque sea duro el camino, acabará convencido que solo con ella, casi todo en la vida es posible.
Aquel que engañe, al final rendirá cuentas y si el fallo se condena, el engaño te encadena.
Es en principio la trampa en la que casi todos caemos, y además de huir no vemos el resultado que queremos.
Con la verdad todo es distinto, ella abre puertas y caminos, que a golpe de hierro y martillo va forjando un buen destino.
Abrígate siempre con ella, y no faltes a tu verdad, salvo que siembres con ella, gratuito malestar.
11.-
El arte del adivino no consiste en adivinar, si no el de intuir cuál es el camino por el que debes tú andar.
El arte de la intuición no consiste en pensar, sino en creer con convicción lo que te dicte el corazón.
Si combinas las dos cosas, buen adivino serás, pues lo que te dicte la razón equilibrio dará a tu pensar.
Actuarás con coherencia sin dejar de adivinar, pensarás correctamente para por la vida pasar como un humilde sirviente de lo que te depare el azar.
No olvides no obstante, que a la hora de actuar, el que piensa demasiado no cesa de vacilar, perdiéndose un bocado imposible de volver a probar.
12.-
A veces me pregunto, ¿cuesta tanto querer igual a algo diferente? A veces me respondo, ¿es que no es querido el que no quiere igual?
Lamento estas dos preguntas, y ante una batalla tan desigual, me temo que la respuesta, solo tú la puedes adivinar.
Querer a lo diferente es sinónimo de libertad y si te cierras en no querer, no querido serás.
13.-
El constante rencor solo ha de crear un inmenso dolor y un imposible perdonar.
El poder del perdón lleva a un camino de Paz que solo tú en tu interior, has de llegar a lograr.
El Camino tiene una lucha, y un proceso para llegar a que se cure tu herida y a tu poder de cambiar.
Cambiar esa rabia e ira que te produjo pesar, por un nuevo camino que consiste en olvidar.
Al principio el dolor es grande. El tiempo ha de ajustar aquel momento o instante adecuado para empezar.
El perdón es importante, y la manera de llegar es una forma elegante de dar a elegir el cambiar.
14.-
Eres para mí un enigma que nunca descifraré, y por ser digna te llamo para tomar conmigo un café.
Por tus gestos, yo descifro lo que quiero yo saber. Esto yo me lo callo pues son cosas del querer.
A ti te agradezco la vida, ya que tú me hiciste ver cuál era la salida con nuestra amiga Mercé.
Tú conoces muchas cosas, yo callo muchas también, pues de cosas misteriosas ambos procuramos el bien.
Aunque parezca un golfillo, y tu una dama de bien, los dos buscamos las sendas, las sendas del gran saber.
Solo te doy un consejo, que es bueno, a mi parecer. Sé feliz cada día, y para un poco de comer. El culo lo tienes bonito, las tetas las tienes también y sería toda una lástima que esto se echase a perder.
15.-
No soy nada perfecto salvo en una promesa dada, que en esta vida que tengo eres tú mi esperada.
Así se lo dije a los dioses, a mis dieciséis primaveras el día que me dejaste y no te tenía a mi vera.
Ahora comprendo y entiendo, que siempre has estado conmigo y con eso me contento, siendo tan buenos amigos.
Lo que más me gusta de ti es que no me pones barreras, sintiéndome libre así y capaz de abrir mis fronteras.
Siéntete libre siempre. Te lo digo porque te quiero y si algo te lo impide, ponle de inmediato freno.
Antes de despedirme de esta carta que te escribo, quiero que seas consciente de que en mi tienes a un amigo.
Lo único que me queda decirte, es que Dios te proteja mucho, que seas siempre feliz, y que te comas un cartucho.